Pacto con el jefe


Pacto con el jefe
Pacto con el jefe
Odio a mi jefe. Lo aborrezco. Me rompió el corazón hace dos años y ni siquiera recuerda quién soy. Vale, es verdad que yo estaba cubierta de pintura corporal azul eléctrico y llevaba peluca, pero ¿acaso eso es excusa para no recordar a la chica a la que le dijo que era su destino?
Ahora me veo obligada a trabajar para este imbécil solo porque puede darme el puesto que quiero de verdad: el de gerente de su hotel.
Cuando necesita una falsa prometida por un asunto de negocios, encuentro una solución sencilla: chantajearle. A cambio de que yo lleve su anillo, tiene que hacerme una prueba como gerente del hotel.
Es el plan perfecto hasta que se acuerda de cómo nos conocimos.
Entonces todo cambia y empieza a mirarme como si pudiera ver mi verdadero yo, me toca hasta hacerme flaquear y me besa con esa boca que amenaza con hacerme cosas de las que ni siquiera he oído hablar en las películas.
Solo hay una pega: puede volver, perfectamente, a romperme el corazón.